Mi vida es un dolor de cabeza.

La fatiga de los materiales.


Apenas salís de la oficina, ya te ves venir todo. Vas torciendo el alambrecito.
Ya empezás a hacer memoria de todo el quilombo que hay en tu casa, de todo lo que tenés que ordenar, limpiar, lavar, guardar.
Torciste el alambre ya tres veces.
Llegas a tu casa, ves todo sucio, las cosas en la pileta de la cocina desde ayer, la ropa para lavar aun tirada en el piso, los vasos en la mesa (desde ayer, claro), la tapa de una olla, una servilleta sucia en una silla, la tierra arriba de los muebles, las monedas que se le cayeron al otro hace tres días.. todo esta ahí.
Y te quejas. Torces el alambre.
Y llega el otro. O aparece. O se despierta. O estaba ahí.
O ni siquiera te quejas. Y volvés a torcer el alambre.
Empezás a hacer todo lo que no hizo. (o que trata de hacer y lo hace como el culo)
Asíque pones mas cara de culo, porque en vez de ayudarte, se queda mirándote con cara de pelotudo. O de dormido. O de las dos cosas.
Y torces el alambre de nuevo.
Entonces se da cuenta de tu cara. Y se pone a hacer exactamente lo que estas haciendo. No otra cosa. Lo mismo. Y encaprichado de que lo dejes a el.
Otra vez, el alambre.
Y te irritas mas todavía, con todas las ganas de decir: “PELOTUDO; ¿¡No te das cuenta que ya lo estoy haciendo yo, la reputísima madre que te parió!?” pero te las aguantas, porque no querés seguir torciendo el alambre.
Pero claro, con esa angustia que tenés adentro, con toda la mierda que genera toda esa situación, torciste el alambre… y van que se yo cuantas veces.
Respiras profundo… y escuchas que el pelotudo de repente te dice “Estaba por hacerlo yo”
Agarras el alambre, lo torces, lo estrujas, lo martillas, lo pateas.
El pensamiento mas rápido que viene es el de “hijo de puta, recién te levantas” o “la concha tuya, tuviste toda la mañana libre para hacerlo”
¿Ya torciste el alambre, no? Sino, seria buen momento de hacerlo.
Entonces están los dos a full haciendo lo que el otro debería haber hecho antes.
Pero te das cuenta que, mientras fue a “llevar la ropa” se quedo viendo televisión.
Y vos vas por el quinto vaso, el séptimo tenedor y el cuarto plato, lavados y enjuagados, mientras el se quedo por la mitad de la dificultosa tarea de llevar dos pares de medias al placard, descansando, frente a la tele.
Y de nuevo, el pobre alambre.

Definición: “La fatiga de los materiales se refiere al fenómeno por el cual la rotura de los materiales se produce mas fácilmente bajo cargas dinámicas cíclicas que bajo cargas estáticas…”

Y ahora, decime.. ¿Cuantas veces se partio tu alambre? ¿Lo pudiste arreglar?